¿Fin al estado de alarma?

Parece que finalmente no vamos a tener prórroga del estado de alarma el próximo día 9, salvo quiebro de última hora.  Esto abre muchos interrogantes, por ejemplo, sobre la vigencia de los ERTEs. Considero que en muchos de ellos, la causa no es directamente el estado de alarma en sí, sino las consecuencias sobre negocio o empresa del propio COVID19. El estado de alarma no deja de ser un medio para combatirlo.g ha

Hay actividades que siguen suspendidas. Pienso en los contratos administrativos de escuelas infantiles, que han sido suspendidos por el órgano de contratación, o en los supuestos en que la apertura no está aún permitida, o lo está de modo parcial. En tal caso, las consecuencias de la fuerza mayor permanecen aunque se levante el estado de alarma.

La indignación -algo impostada- del Gobierno en este tema parece olvidar que la declaración de estado de alarma es una situación excepcional que debe ser limitada. Ese es el papel del Congreso y la oposición. Se confieren prerrogativas extraordinarias al Gobierno, cuya vigencia ha de limitarse en el tiempo al que sea etrictamente necesario; y más cuando, como en este caso, se han excedido en muchos casos las prerrogativas concedidas.

Veremos estos próximos días, que prometen ser movidos...