Cómo afrontar un Requerimiento de Fiscalía
Una vez va amainando la tormenta perfecta que ha asolado
tantas residencias de mayores en España en los últimos tres meses, asoma en el
horizonte el tiempo de las responsabilidades.
Los medios de comunicación ya recogen desde hace tiempo la
existencia de diversas diligencias de investigación de la Fiscalía en varios
lugares de nuestra geografía. Además, el letal efecto de la pandemia en los
centros de mayores está provocando agrias disputas políticas, en las que unos y
otros se echan la culpa de lo sucedido, en duros debates parlamentarios y
altisonantes declaraciones públicas. Por desgracia, intuyo que de todo ello saldrán
perjudicadas las residencias, que serán objeto –ya lo están siendo, según mi
experiencia- de fuertes expedientes de inspección administrativa.
Por supuesto, ya se están constituyendo plataformas de
afectados particulares que ante la difícil
prosperabilidad de las reclamaciones a las Administraciones Públicas, no
sería extraño que volvieran sus ojos hacia las residencias en sí. De ello nos
ocuparemos en otro momento.
Volviendo al objeto del expediente, recordar que desde lo
público, las residencias podrán ser objeto de diligencias de investigación de
Fiscalía (preprocesales, civiles o penales), directamente o con la colaboración
de la Guardia Civil; o bien expedientes administrativos derivados de inspección
o denuncia.
Podemos estar acostumbrados a recibir un requerimiento de la
administración, aunque quizá no tanto el recibir uno de la Fiscalía o la
Guardia Civil, lo que puede generar una cierta inquietud en los directores o
titulares de las Residencias. Y más después de la batalla librada contra el
COVID19. Ya estamos con las fuerzas al límite y una notificación de esta
naturaleza puede ser la puntilla... por eso lo primero y principal, mantener la serenidad. Soy testigo del
ingente trabajo desarrollado en los centros, y estas investigaciones no serán
ajenas a la situación extraordinaria vivida, que han forzado a los centros muy
por encima de lo legalmente exigible. Por ello, y más teniendo en cuenta la
naturaleza restrictiva de la actuación penal, entiendo que las diligencias que avanzarán,
serán las que detecten graves negligencias. Que no dudo que las habrá, pero no
son la generalidad.
Una vez se reciban estas diligencias, hemos de tener claro en
qué aspectos se centrarán de modo prioritario. Y según mi experiencia, las
mismas se pondrán el foco en:
-
El
cumplimiento de las normas emanadas de la autoridad sanitaria, especialmente
las Ordenes del Ministerio de Sanidad del 19 y 23 de marzo de 2020. En
particular la existencia de Plan de Contingencia, la ejecución de las medidas
de aislamiento y sectorización de residentes, así como el seguimiento de los
protocolos asistenciales y de higiene.
-
La
dotación y entrega de equipos de protección, y medios empleados para su
obtención.
-
La
existencia de personal suficiente en el centro, sobre todo en lo referente a la
cobertura de bajas, personal solicitado a las Administraciones.
-
Por
supuesto incidencia del COVID-19 en el centro (afectados, fallecidos).
-
Atención
prestada a las familias de los residentes.
Es decir, la Fiscalía, y la misma Administración, no va a
preguntar por nada que no sea lo que muchas residencias han hecho. Aquellas
que, en feliz expresión de Josep de Martí, hayan construido su armadura de papel, podrán responder con
solvencia a estos requerimientos: Plan de Contingencia, protocolos y medidas
preventivas implantadas, actas de reuniones de los equipos técnicos, registro
de compra y entrega de EPIs, formación impartida, sectorización y sus
actualizaciones, comunicaciones con las diversas Administraciones, tareas de
higiene y desinfección, etc.
Aquellas que no lo tengan todo tan documentado –las urgencias
de la atención a las personas pueden habernos llevado a esta situación– deberán
reconstruir y hacer memoria del trabajo realizado, y mi recomendación es que
dediquen cuanto antes un tiempo a esto, pues la memoria flaquea y cuanto más
tiempo pase, más detalles se olvidan. Es importante que luzca el trabajo
desarrollado.
Las residencias han luchado duro en una batalla que quizá no
pudimos u supimos prever; que no pase por segunda vez.
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